viernes, 27 de diciembre de 2013

De vacaciones... tras las vacaciones

Este año estuve un poco liada con las clases, así que no pude escribir hasta que, tras las vacaciones, pase otras, obligadas,¡en el hospital! Después, Covi tampoco pudo subirmelo al blog porque tuvo mucho trabajo. Así que, para resolver esto, ahora estoy aprendiendo a manejar el ordenador. Dentro de poco, ¡a ver si puedo yo estar más al día en estos telares! De momento, ya voy usando el ratón y en el word poner cursiva y negrita. ¡Quien me lo iba a decir a mi!

Estas líneas las escribí desde el hospital, y por fin Covi hoy las publica, mientras aprovecho para felicitaros las navidades. Espero que 2014 sea un poco mejor para todos y que, un año más, nos reencontremos en nuestro querido Fasgar. Un fuerte abrazo a todos.

1.- El verano, el paseo y la danzanta Ufe
En Fasgar se da todo, aunque los jóvenes como mis nietos, que miren para los mayores como lo hacen por si tienen que volver a la tierruca.
Bueno, ya pasan los días, estamos mi hija pequeña Covi y mi yerno que tienen unos días de vacaciones, y los otros hijos y nietos, vienen los fines de semana, así que ya estoy acompañada. Yo me dedico a hacer la comida y a pasear con mi familia y amigos, lo pasamos bomba.
Cuando terminamos el paseo nos sentamos a hablar de Fasgar y a contar chistes. La danzanta Ufe es mundial.

2.- Las fiestas y el baile
Ya estamos en las fiestas de Santiago. Están muy bien. Yo estaba muy contenta porque iba a venir mi nieta Laura con la orquesta, que toca muy bien el Saxofón, pero se puso malita.
Estuvo muy bien la misa en Campo y los bailes y juegos para niños. ¡Un ole en todo! Y este año bailé. ¡Me prestó tanto! Hacía años que no bailaba. En fin, la vida hay que seguirla con pena, pero demostrando alegría.

3.- La comida del pueblo
Ya estamos en agosto. ¡Cómo se pasa el tiempo! Pero ya tenemos la comida del pueblo. ¡Qué alegría! Todo el pueblo en unión. ¡Lo bien que comimos! Luego Miguel y Eufemia la liaron cantando, como siempre, porque son mundiales, y mi prima Sara tocó el acordeón… ¡Qué baile! ¡Cuánto bailamos!. Aquello fue mucho, ¡Hasta Paquito el Chocolatero! Así vive Fasgar y su gente sencilla.

4.- Vuelta a Oviedo
¡Qué pena! Ya estamos en septiembre. Ya se acerca la marcha. Ya empieza a haber persianas bajadas, pero volveré el año que viene a mi Fontanica, como las golondrinas, si Dios quiere. ¡Ahora, para mi Oviedo!

Ya llegué a Oviedo, ¡está tan guapo! Como lo dejé, ya llegué hace diez días.


5.- Otras vacaciones... obligadas
Y quiero escribir un nuevo capítulo de mi vida. Pues claro, como me divertí tanto en Fasgar, resulta que ahora tengo una enfermedad que se llama divertículos. Estuve mal, pero ahora ya voy bien. Los médicos son muy buenos y las enfermeras a cual mejor, las compañeras de Marta, Toya, Sus, pero yo les digo, que si no me curan ellos, me voy a Fasgar, que allí se quita todo. Y se ríen.
Yo creo que fue mi primo Arsenio que me dio la bendición al marchar.
Bueno, tenía que pasar, no conocía los hospitales. No está mal. Hay que saber llevarlo, porque es una de las últimas cosas que evitamos, aunque a veces nos duela todo. Como que es poco y que sea lo que Dios quiera.
Bueno, me despido que empieza el desfile de mis hijos, mis nietos y mi familia, que me vienen a visitar.
Por todos ellos voy adelante.

Ya me dicen que voy muy bien. Esperemos que así sea, sino, si me llaman, iré con la familia que tengo en el cielo. Igual están deseando que les vaya a hacer la tortilla.

Hoy ya pasó el médico, y me dijo que iba muy bien. Que igual dentro de dos días iba para casa.
Y yo dije para mí, pues que bien, porque ya van muchos médicos que me tocan la barriga, no les gusta mucho, por eso me deben mandar…
La comida es muy rica, porque me tuvieron cuatro días sin comer ni beber, pero ahora estoy sacando lo atrasado.

Ya pasó el médico. Me dijo que iba muy bien, pero no sé si tendré que quedar un día más porque me tienen que hacer una analítica. Se le olvidó al médico dejarlo en el informe, pero bueno, no importa. Esto va bien.
Tengo una nueva compañera, joven, muy maja. Pero no sé si se irá hoy, porque era una cosina pequeña lo que tenía en una angina.
Ya me quedé sola, pero vendrá otra enseguida

Hoy ya me hicieron la analítica. A ver si sale bien y ya voy para casa. Tengo gana, pero prefiero aguantar que tener que volver. Aunque tratan tan bien que yo creo que es la primera vez que estoy de vacaciones, sin coger la sartén, ahora y cuando estuve en el Balneario.
Bueno, ya llegó el médico y me dice que muy bien, que ya me puedo ir a casa, que tengo que hacer una clonoscopia. A ver si me dicen que todo está bien… Así que, fin de este capítulo de mi vida.

lunes, 24 de junio de 2013

Tiempo de mayas, ¡qué bonito!


Ya pasó la primavera. ¡Menuda primavera este año! ¿Habrán salido las mayas? como estas de hace unos años en los praos de Las Canalices, con mi vecina Trini.
Ya voy a ir para Fasgar a pasar el verano, si es que viene. Creo que vendrá.
Ya fui hace ocho días y estaba todo muy guapo. Hasta mi Fontanica, que manaba un buen chorro de agua, que fue Mayo, el marido de Maite a por ella. Antes iba Ubaldo, ¡Cuando lo hechamos de menos! Pero hay que seguir...
Estarán ahí arriba, mirándonos, Manolo y él jugando la partida.
También están haciendo cosas para el pueblo, la consulta del Médico quedó preciosa, y eso que dicen los políticos que se va a terminar todo. Pero eso es mentira, porque queriendo, se hacen muchas cosas. Con buenos mandatarios... con poco se hace mucho. Y con una buena empresa, como la de Corsino y compañía.

Besos, nos veremos en Fasgar, en mi Fontanica.
Marcelina.

sábado, 4 de mayo de 2013

La madre, que nombre tan corto y cuanto significa para mí



Marcela, Mar, Javier y Manolo

Quiero felicitar a todas las madres, hasta las que se fueron al cielo, como la mía. Porque todas las madres van al cielo por todo lo que hacen por los hijos. La madre, cuando niña, ya lleva el instinto maternal, jugando con sus muñecas a ser mama, pues nadie le inculcó que algún día podría serlo. ¡Qué bonito!

Las madres tienen un corazón grande, lo dan todo a cambio de nada, aunque a veces no sean correspondidas. No hay cosa más bella. Como esposa, compañera, amiga. Si las cosas van bien, las disfruta. Y si van mal las sufre en silencio. No tiene horas fijas para ellos. Todo lo dedican a los demás: sus hijos, su marido, toda su familia. Y muchas también trabajan fuera del hogar, deseando tener ocho brazos en vez de dos.

Tampoco se me quitan de mi memoria todas esas madres que no tienen para hacerles una buena comida a sus hijos y su marido el Día de la Madre.

Bueno, madre, aunque estás en el cielo, con toda la familia, yo te siento aquí, junto a mí, en nuestra casa ¡Todavía recuerdo tantas cosas!, cuando nos hacías patatas con sopa de fideo y roscos de anís. Y cuando le hiciste a papá un pantalón de saco y lo teñiste de azul marino, porque no teníamos nada de muchas cosas, mama.

Podría seguir, pero ya…

Un beso para todas las madres, y para ti, abrazos y una oración.

Marcela.

sábado, 12 de enero de 2013

¡Viva Galicia y mi Fontanica!



Ya pasaron las Navidades. Para mi siempre son tristes, porque me faltan personas muy queridas. Pero la vida tiene que seguir, aunque cueste mucho trabajo.

Como me véis, aquí estoy, tocando la bandurria que tocaba mi hija cuanto estaba en la tuna. Covi tocaba la badurria, Mari la guitarra, y mi hijo Javier con la armónica, Amado y Rubén, el "Blues del Garaje", en Arguero.

Aquellos eran tiempos muy bonitos. Y así tienen que seguir, aunque tenemos mucha crisis y mucha gente lo está pasando muy mal, de los cuales me acuerdo mucho. Deseo que tengan pronto trabajo y siempre alegría.

Ya me voy a poner alegre. Me voy a ir a mi otro pueblo, a Galicia, al pueblo de mi marido: Santa María de Sacos, provincia de Pontevedra.

Galica, bonita tierra. En Sacos vivían mis suegros, Manuela y José, con sus cinco hijos. El mayor era mi marido, Manolo, que en gloria esté. Una familia muy buena. Ya faltan muchos, mi suegra la pobre, cada vez que yo fui allí, todo le parecía poco para darme. Creía que no me gustaba el pueblo, pero, ¡qué pueblo! Allí hay de todo: millo, cebolas, patacas, uva, para facer viño y aguardiente... y el marisco de Galica, y el pulpo, ¡qué pulpo!, mejor que el Paul de la Selección Española.

Yo quiero mucho a mi familia de Galicia y mi marido también quería mucho a la mía. Antes mi marido y yo íbamos todos los veranos. Ahora voy meno, pero ya tengo ganas de ir para ver a toda la familia. Tengo una sobrina y un sobrino que no conozco y ya tengo ganas de conocerlos. Es una familia muy larga y lonjeva. Hoy hablé con la tía Carmen, que el mes pasado hizo 100 años. ¡Qué padrísimo!, como dice la juventud ahora. Yo mañana voy al notario y le digo que quiero firmar para llegar a donde mi tía Carmen, pero en las condiciones que está ella. Pero será hasta cuanddo Dios quiera.

¡Que viva Galicia!